“Morir lo imprescindible, sin pasarse de la raya.
Y, del resto salvado, rebrotar lo necesario.” Wislawa Szymborska.
Y el desencanto también es una palabra que pide la palabra.
Desea crecer como maleza entre los dedos ciegos que lo condenan.
Abarcar en hiedras negras desde unos pies hasta los pelos de un alma.
Busca desbocadamente el corazón del oso.
Pide ser protagonista y cómplice de la desilusión del patíbulo.
Exige un poema para él.
Se profana para merecer la hoguera.
Desnuda el plexo, ansia el cuchillo entrando en la costilla.
Quiere atar la muerte en el verso que se asoma de la mano que fuera de la tumba,
sigue escribiendo.
Grita ser el final malo de un cuento donde la princesa espera hasta la madrugada besar su sapo.
Sin saber que él se fugo a los saltos, con otra de ojos más claros que los suyos.
4 comentarios:
Qué bueno este blog!, me ha encantado fabi. Un abrazo.
lo tengo un poco descuidado al blog pero gracias!!! escribis tmb? compartamos! beso
me encantó leerte y llagar hasta acá a través de Gustavo, saludos!
Marina Cecilia Kohon
Qué pasó que no hay más poemas?
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